Lo que comenzó en 1993, la generosidad de muchos y un sueño de Dios nos ha traído hasta aquí, al borde de tomar terreno en esta ciudad mediante la compra de un lugar permanente para la iglesia.
Durante más de 28 años, hemos celebrado servicios en este lugar, la propiedad donde está la iglesia hoy. Ahora, es momento de hacer permanente este lugar.
Creemos en dejar un legado, un avivamiento que no se detenga con nosotros, sino que, gracias a nuestra generosidad, sea transmitido de generación en generación. Un lugar de adoración continua, un faro de luz para la Ciudad de Bayamon, para Puerto Rico y el mundo.